DEDICADA CON GRATITUD Y HONOR A: MARÍA ANGÉLICA ÁLVAREZ VARGAS EDUCADORA DE PÁRVULOS DESAM QUINCHAO 2007-2024

María Angélica Álvarez Vargas, es hija de don Carlos Álvarez (Q.E.P.D) y de doña Rosalba Vargas (Q.E.P.D). ambos del sur, se conocieron en Puerto Montt, su padre era marino de la armada y luego por razones de servicio fue trasladado a la ciudad de Viña del Mar, lugar donde nacieron sus tres hijas, Mónica, María Angélica y Maritza. Posteriormente sus padres se fueron a vivir a Quilpué en la quinta región donde Angélica vivió toda su infancia, adolescencia juventud y parte de su vida adulta. Sus estudios de enseñanza básica y media lo realizó en el liceo co-educacional de Quilpué.

En el año 1977 ingresa a la Universidad Católica de Valparaíso a estudiar educación Parvularia, obteniendo dicho título el año 1982. Durante su infancia Angélica siempre mostró interés por la educación, ya que durante sus juegos de niña siempre le gustaba jugar con sus muñecas, las sacaba al patio y le ponía una pizarrita y en donde les enseñaba a escribir y a leer. Angélica durante su adolescencia y en los años de liceo tuvo mucha participación en actividades sociales, trabajando como voluntaria durante los veranos en la secretaria de la juventud en la Municipalidad de Quilpué, estas actividades eran de carácter social con jóvenes.

Durante su juventud y época de estudios medios, realizó un enorme trabajo social, en Quilpué, ya que pertenecía a un centro juvenil Católico patrocinado por la iglesia cuya misión de este centro juvenil era apoyar en las aldeas S.O.S., todos los fines de semana trabajaban en las poblaciones para apoyar a las mamitas cuidadoras de niños, y cada mamita cuidadora tenía aproximadamente 10 niños a su cargo y también habían mamitas que tenían muchos niños y la mayoría de estos niños con riesgo social y vulnerabilidad.

La señora María Angélica sentía mucha satisfacción realizando estas labores y mucha pena a la vez por ver el abandono y sufrimiento de muchos niños, ya que estos niños estaban encargados por diversas razones sociales y muchos de ellos nunca recibían la visita de sus padres. Angélica cada fin de semana en su juventud y antes de entrar a la universidad siempre estaba en las poblaciones cuidando a los niños, entreteniéndolo con juegos, educando y por sobre todo entregando mucho amor en cada acción que ella realizaba. También a la señora María Angélica le tocó vivir una de las épocas más horribles y triste de la historia política del país como fue el golpe de estado en 1973, y luego con la posterior dictadura militar lo cual afectó en gran parte su labor como voluntaria social, cambiando los rumbos de las aldeas S.O.S..

Ya no había permiso para ejercer trabajos sociales voluntarios aun sabiendo que había muchos problemas, ya que se empezaron a vincular con temas políticos y varias personas lideres fueron detenidas. Para la señora Angélica esta época de su vida lo impacto y marcó por el resto de su vida por lo cual como mujer, como madre y como profesional siempre lucho por las injusticias y desigualdades sociales, siendo siempre una mujer activa en la lucha, en la calle y en donde se debía de estar para mejorar las condiciones de vida de ella y de sus compañeros. Se destaca su compromiso y participación activa en la Asofusam Quinchao siempre mujer activa. En 1982 empezó a trabajar como educadora de párvulos en un colegio particular llamado San Gabriel en la ciudad de Viña del Mar, estuvo trabajando durante 4 años en dicho lugar.

En 1987 ingresa a trabajar en la Corporación Municipal de Quilpué, donde se desempeñó como educadora de párvulos, realizando sus labores en dos colegios municipales Eleuterio Ramírez y Manuel Bulnes durante 13 años. En el año 1989 contrae matrimonio con don Omar Bravo, de ahí nacen sus hijos Andrés Emmanuel, Daniela Belén y Sofía Victoria. En el año 2006 renuncia en la Corporación de Quilpué por motivos personales porque decide ir a Miami (EEUU) en donde se encontraba su esposo, allí vivió con su familia durante dos años. A fines del año 2007 retorna a chile con sus tres hijas, ya separada y buscando nuevos horizontes decide venir a vivir a Chiloé, llegando hasta la ciudad de Achao. Su sueño era encontrar una escuelita donde poder desarrollarse profesionalmente.

En el año 2007 se presentó un concurso en la Municipalidad de Quinchao para contratar a una educadora de párvulo ya que se estaba implementando el programa chile crece contigo. Fue la única persona que se presentó al cargo siendo contratada en aquellos tiempos por el alcalde don Santiago Torres (Q.E.P.D). En el año 2007 su nuevo trabajo en la Municipalidad de Quinchao fue encargada comunal del programa Chile Crece Contigo, y su principal función era gestionar proyectos a través del Mideplan para adquirir recursos económicos para la compra de insumos y material de estimulación temprana y pedagógicos para los niños de las islas. También tenía salidas y visitas a algunas islas ya que no alcanzaba el tiempo para visitar a todas, luego la Municipalidad contrató a otra persona quedando liberada para visitar todas las islas.

Se traslada al Desam en el año 2009, desde allí comenzó a ser encargada del programa Chile Crece Contigo y comenzó a recorrer todas isla, haciendo diferentes tipos de intervención , tales como visitas domiciliarias, atención de niños en postas, intervenciones con las familias, estudios de casos especiales, coordinación, derivaciones, consejerías y escuelas de padres cuando era necesario, también en muchas ocasiones recolectando ropa para ser entregada a las mamitas de las islas y muchas otras actividades siempre pensando en el bienestar de los niños de las islas, también fue consejera y amiga para muchos usuarios como también para sus compañeros de trabajo. La señora Angélica nunca tenía pensado encontrar este trabajo donde debería navegar y cruzar mar casi todos los días por lo que también tenía un poco de preocupación al principio recuerda su primera ronda médica fue toda una anécdota ya que le tocó viajar con el buque cirujano Videla y se asustó mucho cuando la salieron a buscar en la rampa con ese bote plástico, pensó que se iba a caer al mar porque iba muy rápido y no tenia de donde agarrarse, recuerda ese viaje con Angelita y Anita María.

Posteriormente comenzó a viajar con las lanchas rápidas de las rondas médicas del departamento de salud, tambien pasaron muchos sustos cuando salía viento y debían volver, también recuerda algunos días difíciles que le tocó navegar sobre todo cuando las lanchas del Desam estaban en pana y había que ir con las lanchas grandes de recorrido era muy sacrificado subir y bajar los bolsos. Realizó 4 encuentros comunales de aniversarios de la red comunal, del programa Chile Crece Contigo, participando todos los jardines infantiles de la comuna.

Anécdotas

Recuerda como anécdota en una marea baja y con una de esas lanchas grandes que se quedaron varados en Chequián y debían salir con una boya ya que el patrón de la lancha no traía bote auxiliar.

Otra anécdota que recuerda la señora Angélica fue en una visita domiciliara en Caguach iban con miedo de los perros, pero se asustaron mucho porque le salieron los gansos a correrlos y tuvieron que arrancar. En Chaulinec fue a visitar a un niñito y su familia y en el camino se pasó a empantanar el zapato y calcetín se le llenó de barro y en la casa del paciente se tuvo que sacar todo… y volver con su ropita toda embarrada.

La señora Angélica hoy ya se acoge a retiro y analiza su historia y sus diferentes trabajos y en su corazón siente que este trabajo realizado en las islas la ayudó a crecer como persona a tomar aún más conciencia de la vida ya que creció mucho profesionalmente y entregó lo mejor de su trabajo a los niños, muchas herramientas que de otra forma eran imposible que estos niños lo pudieran adquirir, siente mucha satisfacción y agradecimiento por haber compartido con mucha gente tanto usuarios como compañeros de trabajo ya que se crearon lazos importantes de cariño y compañerismo.

Hoy la señora Angélica está feliz viviendo en Achao con sus hijos, tiene también dos nietos, tiene sentimientos encontrados, por un lado, la felicidad de jubilar y recibir su merecido reconocimiento por más de 40 años al servicio público y haber hecho tantas cosas por los niños y también un poco de pena porque se termina una etapa de vida laboral y quedan atrás muchos recuerdos. Hoy la señora Angélica está dedicada a su hija Sofía, la cual tiene diagnosticado un autismo severo, todos los días la lleva y acompaña a un colegio especial en Dalcahue. Esta es una historia resumida de las muchas acciones profesionales y de la vida personal de nuestra querida compañera y amiga María Angélica Álvarez Vargas.

Reciba los agradecimientos y honores por su tremendo legado, de parte de sus compañeros de trabajo de Asofusam Quinchao. Atención primaria presente ahora y siempre.