70 AÑOS DE MISIÓN FILIPENSE
FILIPENSE ES TIEMPO DE SALIR
En un maravilloso acto realizado el pasado jueves 13 de junio en el gimnasio Hermanos Castañer y Seda del Liceo Filipense Ramón Freire se dió inicio de manera oficial a los festejos que sostendrán como Comunidad Educativa durante este año por la celebración de la "llegada de las Filipenses a Achao", donde se dio a conocer la historia de la llegada a nuestra ciudad desde la madre patria de este grupo de Religiosas, con el objetivo de misionar en estas alejadas tierras Chilotas Insulares. La actividad comenzó con los siguientes puntos realizados: Canción Nacional, Palabras del Director Sr. Manuel Gómez Huenchur, Video: 70 Años de Historia, Presentación del Kinder, canción Aleluya, Presentación del Coro, Danza de Enseñanza Básica y Media, Presentación del Grupo Instrumental, Baile Sevillana, Reconocimiento de las Hermanas, Presentación del Conjunto Folclórico Chaihüe e Himno al Liceo.
De lo que podemos destacar es compartir parte de la historia de su llegada a nuestra ciudad: Amanecía el día 30 de junio de 1954 e ingresaba por los canales que bañan las costas de Quinchao la primera delegación Filipense que llegaban procedentes de la madre patria era ella las Madres: María Consolata Antonio, Marcela de Porras, María Luisa Gutiérrez y Herminia Sancho Paredes, las cuales son recibidas con un toque de sirena, lanchas que se acercan al encuentro y cientos de pañuelos blancos que las saludan desde el muelle; la comunidad católica y los niños de las escuela parroquial acompañan a la delegación hacia la iglesia, donde el Párroco Alberto Vidal les da la bienvenida y celebrando una eucaristía en agradecimiento a Dios por la llegada de estas hermanas; posteriormente son acompañadas a lo que sería su futura casa. Se inciaba así la larga y fructífera historia vocacional y educacional de esta comunidad de religiosas con la denominación de Casa María Inmaculada anclando su quehacer en estas tan apartadas tierras.
El nombre de Religiosas Filipenses Miosoneras de Enseñanza, además de darnos un soporte espiritual, nos habla de la total versión, casi exclusiva de su apostolado a la Educación. En este plano ha existido desde sus inicios una gran preocupación por mantener al Liceo Ramón Freire en el sitial que históricamente ha tenido, ofreciendo siempre a los niños y jóvenes de estas tierras una educación de calidad, dándoles la oportunidad de una buena inserción social, procurando un desarrollo significativo de las familias chilotas, manteniendo y preservando su propia cultura.
Los 70 años de historia de las Filipenses de Quinchao han visto concretar una serie de obras materiales, que han sido fruto del sueño planteado en un momento determinado, pensando en crear las mejores condiciones posibles para que los niños y jóvenes chilotes cuenten con una educación más digna de acuerdo a su condición humana. La labor pastoral realizada por las Religiosas en estas lejanas tierras es uno de los pilares más sólidos que sustentan su quehacer cotidiano, desde su arribo hasta la actualidad, año tras año se organizan como comunidad para atender un sinnúmero de funciones del área social y pastoral siendo un apoyo significativo para la Diócesis de Chiloé.
